En esta última visita al alergólogo, la verdad es que he aprendido muchas cosas y también se me han aclarado muchas dudas. Una de las cosas que me aclaro es que a mi hijo ya no le podía dar una reacción alérgica comiendo el huevo pero me apunto que sí en algún momento el niño rechazaba el huevo que no le obligara a comérselo, que su cuerpo le manda las señales suficientes para saber si ese día no le va a sentar muy bien. Me comentó que suele ocurrir generalmente cuando se toma un baño de agua caliente, o se tiene un día de estrés físico o mental, los días de menstruación en el caso de las niñas o incluso cuando se está tomando algún tipo de medicación.
¡¡Curioso ¿verdad?!!
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