miércoles, 17 de junio de 2015

Y AHORA.....¡¡¡ALERGIA AL PESCADO!!!

Cuando nos encontrábamos en pleno proceso de adaptación a la nueva situación (eliminación de alimentos, tomar todas las precauciones a la hora de elaborarlos y la búsqueda desesperada de productos que pudiera comer) y en la lucha contra las consecuencias que dicha situación nos había traído (comer fuera de casa, ir de vacaciones, ir a cumpleaños de otros niños y hacer que mi hijo comiera ya que, al limitarle la comida y prohibirle muchos de los alimentos que le apetecían, se había negado a comer), empezamos a sospechar que el pescado no le sentaba bien. No era siempre, pero la mayoría de las veces que le dábamos pescado el niño vomitaba. Con esta sospecha fuimos al alergologo y al hacerle las pruebas, la noticia fue: "SU HIJO TAMBIÉN TIENE ALERGIA AL PESCADO".

¡¡Lo que nos faltaba!!, si mi hijo no quería comer porque le aburría la comida que le dábamos, ahora que tampoco le íbamos a poder dar pescado, la iba a aborrecer del todo..... y así fue.
Durante mucho tiempo la dieta de mi hijo se basó en purés de verduras y carne. El niño cada vez que llegaba la hora de comer y veía la comida se ponía a llorar y no había manera de que se la comiera ¡estábamos desesperados!; yo me sentía impotente, no sabia que hacer, la situación me llegó a sobrepasar.
Llegados a tal punto, mi marido y yo decidimos que teníamos que hacer algo o al menos intentarlo. 
Estuvimos buscando información y referencias de otros profesionales. Costara lo que costara teníamos que intentar hacer que la vida de nuestro hijo fuera lo más normal posible, no podíamos seguir así.
Al final decidimos ir a la Quirón de Zaragoza ya que, casualidades de la vida la alergologa había estudiado conmigo. Allí le volvieron a hacer pruebas y el diagnóstico fue muy positivo; nos fuimos a casa con la buena noticia de que le podíamos dar pollo y legumbres excepto el cacahuete. No nos lo podíamos creer, ¡para nosotros era un gran paso!; aunque en el fondo sabíamos que de lo más gordo, el huevo (lo más gordo porque es a lo que tenía más alergia y por la gran cantidad de alimentos en los que estaba presente), no habíamos cambiado nada.
Eso sí, esto nos dió fuerzas para seguir buscando, seguir luchando y llegar lo más lejos posible.
Si de algo me ha servido todo esto es que si luchas, si buscas, si no te conformas, puedes lograr siempre algo mejor.
Así que , no te puedes quedar con una sola opinión, hay que buscar una segunda opinión y hasta una tercera si hace falta. Yo seguía sin conformarme con lo que había conseguido; seguí buscando y encontré algo que hizo que la vida de mi hijo diera un giro de 180º. ¡¡Os lo contaré muy pronto!!.
¿Tu hijo/a también tiene alergia al pescado? ¿Sabías que da más alergia el pescado blanco que el azul?

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