viernes, 18 de diciembre de 2015

UN ESTUDIO DE LAS HECES PUEDE PREVENIR EL ASMA DE NUESTROS HIJOS

Gracias a las personas que se dedican a la investigación médica, podemos encontrar noticias esperanzadoras (que hoy en día es difícil) como las que os voy a comentar a continuación, que aunque están en proceso  de investigación, sus resultados nos pintan un futuro no muy lejano (o eso espero) muy positivo.
Durante los últimos años se ha comprobado que los casos de asma han aumentado considerablemente, sobretodo en los países subdesarrollados, afectando a un 14% de la población infantil mundial.
Hasta ahora los factores que se asociaban al asma eran los genéticos y los ambientales, pero los últimos estudios han demostrado que el nacimiento por cesárea aumenta el riesgo de padecer asma frente al parto vaginal, que la lactancia materna disminuye dicho riesgo frente a la lactancia artificial, el consumo de antibióticos durante el primer año de vida hace que se tenga mayor probabilidad a sufrir asma, convivir con una mascota o vivir en una granja minoriza el riesgo (tal y como os conté en mi post http://sosmihijoesalergico.blogspot.com.es/2015/11/proteina-a20-descubren-la-enzima-que.html) y que la alteración de la flora bacteriana del intestino podía afectar aumentando el riesgo de sufrir asma. Este último dato, hasta ahora, no había tenido ningún estudio que demostrara que dicha alteración tenía relación con el asma.


Pero un estudio reciente, de una universidad de Canadá, a bebes de 3 meses evalúa el riesgo a padecer asma mediante pruebas cutáneas, observando  si presentan silbilaciones y análisis de las heces.
Observaron que los bebes que presentaban mayor riesgo de sufrir asma tenían un nivel más bajo en 4 tipos de bacterias que están presentes en el intestino que el resto de bebes. Dicho análisis lo repitieron cuando los bebes tuvieron un año y comprobaron que la diferencia que existía entre los bebes con mayor riesgo y el resto de bebes había disminuido.
Con lo que concluyen que los 3 primeros meses de vida son esenciales para poder detectar dicha alteración en la flora intestinal y poder así determinar quien puede padecer asma. Una vez analizadas las heces, los resultados obtenidos se podrán utilizar para detectar en edad temprana  a los niños con riesgo alto de padecer asma, pudiéndolos tratar con este grupo bacteriano y prevenir el asma.
Para concluir estos estudios solo les falta comprobar si dichos resultados pueden considerarse universales, es decir, independientes del origen y cultura de la persona.

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