domingo, 29 de noviembre de 2015

¡¡ OTRO SUSTO MÁS!! OTRA REACCIÓN ALÉRGICA, ESTA VEZ COMIENDO ATÚN

De nuevo, otro susto. Ya os dije que el de los garbanzos no iba a ser el último, y desgraciadamente he acertado.
La verdad es que no ha sido tan fuerte como el que le dio cuando comió garbanzos, pero el susto nos lo hemos llevado. 

Mi hijo desde hace años que come atún en lata, y más o menos lo ha tolerado, aunque en algún momento le ha picado la garganta, pero poco más. La verdad que la inducción a este alimento nunca ha sido muy fácil, ya que no había manera de hacérselo comer, no le gustaba, incluso, creo que alguna vez me decía que le picaba la garganta para que le dijera que dejara de comer.


Pero últimamente había encontrado una manera de hacerle comer atún en lata, las empanadillas de atún. Al ver que le empezaban a gustar, me olvidé de los otros métodos y se lo empecé a dar con las empanadillas. Se las comía tan a gusto que hasta me anime a hacerlas yo para que fueran más caseras. ¡Le encantan!
Como llevábamos un tiempo comiendo empanadillas y ademas comiendo bastante cantidad y sin ningún síntoma, hace dos días que hice arroz con atún y me decidí a no hacerle a él el arroz aparte y que comiera el que había hecho para nosotros, eso si evitando lo máximo posible echarle atún. Como era de esperar, protesto y mucho, ya que no le gusta, pero al final empezó a comerlo. Cuando ya llevaba medio plato empezó a quejarse de que le dolía el estomago, yo pensé que era su técnica de librarse de comer, ya que la cantidad de atún que había en ese plato era mucho menos que la que se había comido en otras ocasiones con las empanadillas. Comió un poco más pero por no verle comer con la desgana y las quejas con las que lo estaba haciendo, le dije que lo dejara. 
Al cuarto de hora de que se hubiera levantado de la mesa, vino a la cocina y en cuanto entró me dí cuenta enseguida, le estaba costando respirar. Corriendo fui a buscar el broncodilatador porque cada vez le costaba más inspirar aire. Al poco de echárselo se le pasó, y esta vez del todo, no volvió a sentir ahogo.
Cuando pasa estas cosas, es cuando te das cuenta que con esta "enfermedad" nunca se puede estar tranquilo. Me he estado preguntando todo el rato ¿y ahora, por que?...... la única explicación que le encuentro es que, como me dijo el alergólogo, hay días que no sientan igual los alimentos y que nunca le obligara a comer. Además, los dos días anteriores se había quejado de molestias en la barriga, por lo que supongo que el cuerpo no lo debía tener muy fino.
Bueno, en fin, uno más, y lo único positivo de esto, es el ir aprendiendo cada día un poco más.


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